V. M. Señora-mía-carísima, postrada a sus reales pies, concurra de su parte a conseguirle (02), acordáñdose V.M, entre sus cuidados y grandeza, del Ser inmutable de Dios, de suma hermosura e infinita bondad, infinito en atributos y perfecciones, digno de ser amado y servido. V.M. procure cumplir con estas obligaciones para que consiga el ser amiga de Dios por la gracia

, Está dono[sí]simo. Dios nos le guarde; con hartas veras lo pido, pp.14-1661

, Mucho me he holgado con una carta vuestra de L4 del pasado, pues sé por ella que estáis buena, que cada carta que recibo vuestra es para míde mucho gusto y consuelo, y más sabiendo que me encomendáis a Dios tan de veras como me decís lo hacéis. Lo que os pido es que estos dos meses lo continuéis más, porque nuestro Señor me dé buen suceso; y espero tener un hijo por vuestras oraciones

D. Fontainebleau, , p.1661

M. and S. , de corazón, y desear y pedir alAltísimo que dé a V,M. grandes felicidades divinas y humanas, la gracia y la salvación; y porque V.M. consiga bienes tan útiles y provechosos para su alma, trabajaré lo que la vida me durare; y a este fin encaminaré mis pobres ejercicios y oraciones, y al feliz alumbramiento de V.M.; y en estos dos meses particularmente fervorizaré mis peticiones y clamores, disciplinas y de otras devociones particulares por el buen suceso en el parto de V.M. Hasta que salga de él V

, Es decir: (concurra

A. De-austria and N. De,

, La idea de que el Rey ha de apartarse de los <malos consejeros> es muy común en el discurso político clásico: se fundamenta en la idea de que el monarca tiene una <gracia de estado> para poder gobernar solo. Es un tema recurrente del pensamiento de María de Ágreda, cuya preocupación a lo largo de su vida fue que Felipe lV gobernara por sí mismo, delegando lo menos posible en ministros. La aparición del tema de los malos consejeros en las cartas de María Teresa es posterior a la muerte del Cardenal Mazarino, primer ministro de Luis XlV, en marzo de 1661, momento en que Luis XIV decide tomar por sí mismo las riendas del poder

, de los <malos consejos> a las <malas compañías> podría ser un indicio de la progresiva toma de conciencia por parte de María Teresa, a finales del verano de 1661, de la infidelidad conyugal de Luis XIV (a la sazón empieza su relación la duquesa de La Valliére

, En el manuscrito autógrafo, Ia fecha aparece añadida con una letra de finales del siglo XIX o principios del siglo XX, $o+,ior

, (67), las nuevas de su salud, la del Señor Rey cristianísimo y su lindo hijo han llenado mi alma de gozoy alegría, porque la deseo con afecto de verdadera sierva y con todas veras del corazón la pido alAltísimo. Y crea, Señora mía carísima, que estoy dedicada, lo que la vida me durare, trabajar por las dichas divinas y humanas de V.M. y por su salvación, que la fina voluntad con que amo a V.M, desea los mayores bienes, que son los eternos y la gracia y amistad de Dios

A. Doy-al, afectuosa norabuena tzo) del feliz suceso que la divina Providencia ha dado a V.M, Hame llenado de gozo tan dichosa nueva por lo mucho que amo y estimo a V.M. y, considerando la utilidad de ese reino y su corona, teniendo sucesión

. Ns&apos;y&apos;¿-rr,

, original autógrafo (reverso) de una copia de la carta mandada a María Teresa por María de Ágreda, reañizada por ella misma, 7 de mayo de 166L. Número [1L] de este epistolario

, Si vos me amáis tanto como me decís, yo os amo mucho más, y de esto podéis estar bien cierta; y os estimo mucho lo que me encomendáis a Dios, que con eso espero tener lo principal, que es la salvación. Yo estoy buena y mi hijo lo está también; y os pido que le toméis por vuestra cuenta y roguéis a Dios que me le guarde. Yo estoy preñada (z¿) y fío de vuestras oraciones que tendré buen suceso. El Rey está bueno

D. París, , vol.20

, otro día recibí una carta vuestra de 28 de junio (zs), que fue para mí de gran gusto y consuelo, por saber que estáis buena, que con eso llevo mejor la soledad que paso, de no tener tan a menudo noticias vuestras como cuando estaba en España; y asícuando recibo carta vuestra es para míde gran alegría; y os pago muy bien lo que me amáis, porque os quiero mucho, y estimo infinito lo que me encomendáis a Dios, que con eso espero que alcanzaré lo principal, que es la salvación, Yo estoy muy Ibuena] y mi hijo lo está también. A mí me va muy bien con mi preñado. Lo que os pido es roguéis a nuestro Señor me dé buen suceso, v ffi? guarde este niño. También os encargo encomendéis a Dios al Rey y le pidáis le haga muy bueno y le aparte de malas compañías y de malos consejos, que por medio de vuestras oraciones espero yo alcanzar todo lo que deseo

D. Saint-germain, , vol.29, p.de

, María Teresa (73) No la tenemos

, La segunda hija de María Teresa

, No la tenemos

, en las afueras de París, donde la pareja real se instala enjunio para celebrar fiestas y grandes cacerías en el bosque que rodea el castillo

. /{ouhta,

, Señora: Propio efecto de la verdadera y fina voluntad es desear y solicitar el mayor bien para el objeto amado

M. , V. M. De-que-eltodopoderoso-señor, and V. M. , No me contento con menos desear y pedir para quien tanto estimo. Y crea, Señora mía de mi alma, que me he dedicado a trabajar{77} sin cesar por V.M. y por el Señor Rey cristianísimo, y con muchas veras suplicaré al Altísimo lo que V.M. me manda, de que le aparte de malas compañías y falsos consejeros, pp.6-1662

, Las colgaduras t781. l24l [Carta de María Teresa

, Mucho me he holgado con una carta que he recibido vuestra de 16 de septiembre por saber en ella que estáis buena; que os prometo que cada una que recibo vuestra es para mí de gran gusto y consuelo, por saber que me encomendáis a Dios; que por vuestras oraciones espero tener la salvación y en esta vida lo que me estuviere mejor. También os estimo infinito lo que encomendáis a nuestro Señor al Rey, y creo que por vuestra intercesión le hará Dios muy santo. Lo que os pido es lo continuéis y también roguéis a Dios me dé buen parto que ya estoy bien cerca (7e)

, De París, a 19 de octubre de 1662

, Los (trabajos> de María de Agreda son sus penitencias

, Parece que la abadesa también los intentó obtener, aunque no se sepa que fuera con éxito, de la Reina de Francia, como se lee en una carta escrita al obispo de Tarazona, Diego Escolano y Ledesma, el 1 de octubre de 1660: <Estimo mucho el ofrecimiento que vuestra llustrísima me hace de escribir al confesor de la Reina cristianísima, para la colgadura o depósito de plata para poner el Santísimo Sacramento ¡a semana santa. Dígame vuestra llustrísima si le parece escriba yo al Padre confesor de su Majestad, la señora Reina Cristianísima, pidiéndole lo dicho>, en: Julio Campos, Probablemente estas palabras sean una alusión a los tapices y cortinas para la iglesia del convento de Ágreda, que fueron una preocupación continua de María de Ágreda, vol.970, p.13

, que fue de los muy pocos españoles autorizados a acompañar a la nueva Reina de Francia hasta su nuevo destino. En 1663, nombrado obispo de Cádiz por Felipe lV, fue sustituido en su cargo de confesor de la reina María Teresa por Miguel de Soria, otro franciscano francés, de raíces españolas muy antiguas. A éste último, fallecido en 1667, le sucedió su hermano

, Salvo el primer nacido, Luis, los otros cinco hijos de María Teresa y Luis XIV tuvieron vidas efímeras: algunos días para Ana lsabel, un mes para Mariana (16 de noviembre-26 de diciembre 1664), cinco años para María Teresa (2 de enero de 1667-L de marzo de 1672), tres años para Felipe Carlos (5 de agosto de 1668-10 de julio de L671), seis meses para Luis Francisco (1-4 de junio-4 de noviembre de 16721. llt /?'ewicéor. lu $oté^R etrato de Ma de Jesús a ¡os 18 años por Maximino Peña N'89 -Segunda Epoca

. U. Kt and *. Eur¿,